Secretario- Sara Pérez Barreiro

Estudié la carrera en Valladolid, haciendo las dos especialidades que se impartían en ese

momento: Urbanismo y Edificación. Cuando acabé monté mi estudio profesional con unos
compañeros a la vez que empezaba los cursos para el realizar mi doctorado. En cuanto los
terminé empecé a impartir docencia en la misma escuela en la que estudié. He mantenido la
doble vertiente, arquitecto profesional y docente, aunque, evidentemente, cada vez le dedico
más horas a la docencia.

Siempre he creído y así lo digo en mis clases, que el ser arquitecto te cambia la visión, no solo
de tu entorno, empiezas fijarte en detalles que antes pasaban desapercibidos, “ordenas” tu
cabeza de otra manera. Y esto hace que afrontes todas las facetas de tu vida de otra forma,
como un arquitecto, que al fin y al cabo es lo que somos. Creo firmemente que afrontamos la
vida como un proyecto y planteamos distintas soluciones hasta encontrar aquella que sea la
más funcional sin perder su calidad estética.

Creo que los arquitectos somos gente inquieta por naturaleza, queremos ver el ultimo detalle
de un edificio, disfrutar de una exposición o del buen diseño de una carta en un restaurante, o
en ver una buena película…

A lo largo de mi carrera he organizado exposiciones, impartido conferencias, escrito artículos,
libros, montado videos y siempre con el tema fundamental de la Arquitectura. Pertenezco a un
Grupo de Investigación Reconocida sobre Arquitectura y Cine. Con el hemos hecho varios
trabajos sobre la importancia de la relación entre estas artes, como aparecen los edificios
representados en las películas, o como se modifican, porqué se escoge uno y no otro, y hemos
apoyado la importancia del cine como herramienta de difusión de la arquitectura. Hemos
organizado cursos que estudian esta relación desde el año 2007, primero desde la escuela y
ahora con el apoyo de VAFO, Valladolid Film Office.

Me interesa especialmente la arquitectura del Movimiento Moderno porque creo que es un
periodo fundamental en la historia de la Arquitectura y es poco valorado por la ciudadanía. Se
debe a la falta de reconocimiento de sus valores patrimoniales, y que probablemente porque
sea una arquitectura demasiado reciente. Por eso trabajo muy activamente con la Fundación
Docomomo Ibérico que defiende esta Arquitectura. Para ellos he realizado varios trabajos de
investigación, rastreo de edificios, búsqueda de documentación y redacción de fichas.

Como docente animo a mis alumnos a buscar otras visiones de la arquitectura, no solo
“hacemos casas”, diseñamos un entorno para la sociedad, un lugar donde el ser humano
pueda desarrollar todas sus habilidades. Y ese entorno incluye, maquetar libros, diseñar
páginas web, moda, joyas, montar exposiciones… Intento que sean creativos, que descubran
por ellos mismos lo que realmente significa ser arquitecto, porque al fin y al cabo el arquitecto
está preparado para enfrentarse a todos estos retos y sabe hacerlo de una manera imaginativa
y funcional.